Es el primer día del año dos mil quince, año de vibración ocho(8), recompensa kármica. En numerología, los ciclos se extienden por nueve años, en el año uno (2008), la energía es propicia para sembrar, para iniciar proyectos de toda índole; en el transitar del ciclo se va probando, se trata de mejorar lo sembrado, se aprende…mucho (2014=7) y luego llega el tiempo de recoger frutos (8) que estarán acordes con el trabajo hecho, para finalmente, en el año nueve(9) limpiar, quemar el rastrojo y preparar nuevamente el campo para la próxima siembra.
Los años de este ciclo han sido particulares y extraordinarios, la aceleración en la vibración planetaria y cósmica, ha permitido una gran apertura de conciencia, un despertar multitudinario en los seres humanos y la transformación comienza a advertirse. El trabajo para lograrlo ha sido fuerte y duro, pero aquí estamos, iniciando un nuevo año civil que nos recompensará proporcionalmente a lo que hemos sembrado.
A medida que la conciencia se expande, a medida que nos atrevemos un poco más a salirnos de la matrix, a rasgar la maya, entendemos y comprendemos cómo es nuestra conexión, ya no solo con todas las corrientes de vida que habitan la Tierra, sino con los otros seres vivos extraplanetario y cómo el cosmos confabula para que se realice el Plan de Dios de Poder, Sabiduría y Amor, y entonces nos damos cuenta que la posición de Saturno en Escorpio los tres años anteriores, contribuyó a la limpieza y sanación de nuestro karma, y que ahora en Sagitario, la casa de la justicia, aportará lecciones y recompensas.
Espiritualmente, es un año regido por el Rayo Verde, y…Oh! Casualidad? inicia un jueves, día de bajada de energía Verde al planeta. La Quinta esfera divina, Rayo Verde, desarrolla la Verdad, la Concentración, la Salud Perfecta, la Consagración; en él sirven el Arcángel Rafael, la Amada Madre María, el Maestro Hilarión (San Pablo), entre otros. Por lo tanto, cosecharemos verdades, a nivel personal, del país, planetario y cósmico, es por ello que tuvimos que ‘limpiarnos’ y aprender para poder VER y obrar en consecuencia. Luego de tanta ‘excavación’ en las profundidades emocionales, seguramente habrá que curar, suturar heridas, recomponer tejidos, equilibrar células, pues bien, la energía está disponible.
Deseo que todos tengamos abundantes cosechas, y si no es todo lo que hubiéramos deseado, entonces que aprendamos a seleccionar las buenas semillas, que nos lo permitirán el próximo ciclo.
Feliz y bendecido 2015!
Patricia
Imágenes tomadas de la web
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