La proximidad del gran cambio de conciencia que traerá el Solsticio de diciembre de 2012 nos ha puesto a todos en una “máquina cósmica de fuerza centrífuga” que nos remueve todas nuestras viejas estructuras y nos pone, con demasiada frecuencia para nuestro gusto, en contacto con estados, situaciones y personas que estaban allí, bien abajo, con muchas capas de sedimentación de otros estados, situaciones y personas. Pero si vamos a estar en este plano físico, tenemos que llegar al estado de Conciencia Crística, sin nada escondido, todo blanqueado, llenos de Pureza y Armonía.
Y en este oleaje en que nos encontramos sumergidos, apelando a todas las estrategias posibles para no ahogarnos, no se salvan las relaciones interpersonales, las familiares, las laborales, las amistosas, las de pareja. Resulta que aquellas que hasta hace un tiempo funcionaban bien, hoy ya no. El umbral de satisfacción se ha elevado o es totalmente diferente. Y eso nos asusta tanto! Porque nos saca de nuestra zona de comodidad, hay que emplear nuevos recursos, hay que trabajar para sostenerlas o para dejarlas ir si ya no responden al nuevo ser que se gesta en mí y…qué difícil que es el desapego!
Nos sentimos tan vulnerables, tenemos tanto miedo a lo desconocido, estamos tan enojados, que por ejemplo, no cuidamos nuestras palabras, no tenemos en cuenta o desconocemos cómo la vibración de una palabra descalificadora o soez se convierta en una flecha mortal directo al plexo solar (centro emocional) o la mente inferior del otro, creando patrones que impedirán el goce de la Alegría y la Felicidad , desconociendo totalmente que lo provoco en el otro me lo hago a mí mismo.
En su blog Nombre e imagen, Beatriz Seibane, hace referencia a la importancia de la vibración de las palabras:
“Una palabra es un conjunto de letras, cada uno con un sonido diferente y especial.
Ese sonido, al transmitir la onda sonora que escuchamos, produce también una vibración específica en el espacio, inherente a ese sonido, que no sólo se imprime en el éter de ese espacio, sino que atrae a las vibraciones similares que lo habitan.
Y ese sonido, que ES esa vibración, va a estar manifestando una virtud, a través de otra de las características de la energía, el color.
El sonido más la vibración, forman el color de la virtud.
En todo existe la doble polaridad.
De un lado lo positivo, del otro, lo negativo.
Cada vez que repetimos un sonido, estamos enviado ondas sonoras al espacio, y la vibración se expande, aunque ese sonido ya no sea audible para nosotros.”
Imaginemos por un segundo qué sucede cuando nos referimos o nos dirigimos a otra persona con palabras de baja vibración. Es un disparo, que rompe la protección de ambos y deja abierto en mí un canal para que vuelva lo mismo.
Nuevas relaciones
En el ahora, es común para muchos de nosotros, de pronto, sentirnos como extraños en nuestra vieja realidad. Los vínculos con la familia de sangre se disuelven, o nos encontramos sintiéndonos como unos extraños dentro del núcleo familiar. O incluso, perdiendo interés en nuestros habituales trabajos, sin ganas de hacer nada y solo SER. Esto, puede resultar confuso para muchos de nosotros, pues estamos habituados a las viejas formas de ser y percibir la vida y, un cambio tan radical como lo es el desapego o una profunda transformación interior que nos impulsa a generar cambios de vida, puede resultarnos incómodo. No obstante, es parte del proceso de aceleración vibratoria que se ha manifestado en el Planeta y todo es perfecto, tal como lo es. Estamos en otra frecuencia. De pronto dejaremos de experimentar la vida y las relaciones sobre la base al drama y la manipulación, para comenzar a vivir en total libertad siguiendo los mandatos de nuestro corazón. Dejar atrás el miedo, TODO ESTÁ BIEN.
La Familia de Luz
Nos hemos trasladado a un nuevo espacio dimensional.
Ello implica una transformación en nuestras relaciones y la forma en la cual nos relacionamos con los demás.
La forma de percibir la vida se ha modificado y se ha entrado a un nuevo estado de consciencia.
Recordemos que la familia de sangre la elegimos basándonos en los aprendizajes que nuestra Alma elige encarnar. Muchas veces, elegimos a la familia de sangre para saldar y trascender aquellos aprendizajes a los que llamamos “Karma” y cada una de las vivencias esta en perfecto orden divino.
Sin embargo, en este proceso de transformación y alineación, nos estamos reencontrando con nuestra Familia de Luz.
El vínculo que tenemos con nuestra Familia de Luz es muy poderoso. Es una energía de Amor y Fuerza que nos sostiene en este plano y nos ayuda a continuar en nuestro proceso de servicio a
La Familia de Luz, son aquellos amigos y hermanos del Alma que vamos reencontrando en el camino.
Los vínculos con la familia de Luz trascienden todo karma y aprendizaje.
Esto crea una mágica conexión que nos fortalece y anima a continuar en el camino para sostenernos unos a otros y despertar juntos con
Encontraremos que cada vez es más grande el deseo de permanecer unidos y comenzar a co-crear juntos.
Las relaciones de pareja son tan importantes, tan complejas que merecen una publicación aparte
Disfrutemos con gratitud de los nuevos vínculos que nos traen los nuevos tiempos.
Prosperidad y bendiciones, hasta nuestro próximo contacto.
Patricia
Fuente: Soy Espiritual, Kai
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